El robo de identidad o suplantación de identidad ocurre cuando una persona obtiene, transfiere, usa o confisca los datos personales de otra persona sin su permiso, generalmente debido a un fraude o un delito.

La identidad incluye datos personales: nombre, número de teléfono, dirección, foto, huellas dactilares, licencia y número de Seguro Social, incluida la información financiera o médica, así como cualquier otro dato que pueda identificar a una persona.

En muchos casos, los delincuentes utilizan los datos de identidad robados para contratar ilegalmente productos y servicios financieros en nombre de las víctimas.

Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), si tu identidad fue robada tienes derechos a tomar una serie de medidas para protegerte.

En el caso de sufrir de la contratación de productos o servicios de forma ilegal, puedes realizar el reclamo en la entidad financiera que corresponda.

También, debes recibir asesoramiento para bloquear tu buró de crédito y puedes presentar la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público local, para evitar consecuencias.

Lo primero que debes hacer es comunicarte con la entidad financiera o empresa donde tienes cuenta y reporta tu situación para evitar mayores perjuicios.

Luego, solicita tu reporte de crédito. Esto te servirá para verificar si existen movimiento fuera de lo común y, si es así, deberá informar inmediatamente a la Sociedad de Información Crediticia (SIC).

La CONDUSEF pone a su disposición un cuadernillo con algunas recomendaciones para evitar la suplantación de identidad, así como el proceso a seguir en caso de ser víctima de suplantación de identidad.

La primera acción que deberás realizar frecuentemente es controlar el estado de tus cuentas y verificar los movimientos de cada una de ellas.

Esto puede ser sencillo, si llevas el registro de tus gastos e ingresos. De esta manera, si tienes un documento en el que tomes nota de tus consumos y operaciones, será fácil comparar y concluir si sufriste o no del robo de identidad.

También, puedes utilizar las aplicaciones móviles de finanzas personales. Muchas de ellas, te permiten vincularlas con tu cuentas bancarias. De esta forma, tendrás en tu móvil toda la información que necesitas para consultar tus movimientos de forma fácil.

Otra función interesente de estas apps es que podrás configurar alertas y notificación de compras y transferencias.

En caso de identificar movimientos que no recuerdas haber realizado, tendrás que acudir a la CONDUSEF o a tu entidad financiera para descartar el robo o usurpación de identidad.

Algo que es muy importante y pocas personas cumplen, es crear una contraseña segura.

Las contraseñas son las claves que utilizamos para nuestra identidad online y atención telefónica con la entidad bancaria y cajeros automáticos. Estas contraseñas no deben estar asociadas a datos personales como fecha de nacimiento, número de teléfono o apellido.

Una clave segura debe ser una combinación de letras mayúsculas y minúsculas y números. No tiene que tener relación con números que tengamos memorizados.

Te recomendamos que cambies tus contraseñas, de tener estas características.

Existe mucha información personal en los documentos que emite el banco o la entidad financiera en la que tenemos cuenta o tarjeta de crédito.

Por ejemplo, si vas a cajero automático seguro recibirás un comprobante con tus datos de cuenta y nombre al retirar dinero. También, es común recibir los resúmenes de cuenta con nuestros movimientos bancarios mensualmente en papel.

Todos estos son documentos, pueden ser leídos, manipulados y utilizados. Por lo tanto, desecha los documentos que contengan información personal o financiera y destruye por completo tus tarjetas de crédito o débito vencidas.

Ten en cuenta que todos los documentos personales o archivos electrónicos, así como los PIN, contraseñas y claves dinámicas deben guardarse en un lugar seguro para evitar que personas extrañas accedan a ellos.

De esta manera, la mejor forma de evitar el robo de identidad es memorizar las claves o contraseñas.

No obstante, si crees que no puedes con toda la información secreta y privada, puedes recurrir a un documento (escrito o digital) en donde conservar la información.

Si lo haces, te recomendamos que extremes las medidas de seguridad y no lo guardes en tu teléfono móvil.

Es importante que ignores cualquier tipo de correo electrónico que llegue a tu casilla solicitando información o datos personales.

Siempre que te llegue este tipo de e-mail, elimínalo sin dudarlo. Ni siquiera los abras, ya que seguramente sea una forma de realizar el robo de identidad o de información financiera.

Además, si puedes notifícalo a tu ISP para que se deshaga de este tipo de correos.  

Otra sugerencia en relación a los correos electrónicos no deseados, es que nunca ingreses tu contraseña (especialmente bancaria) en un sitio Web al que hayas llegado a través de un link.

Muchas veces, los ciberdelincuentes intentan robar tu identidad enviando correos electrónicos en nombre de tu banco o entidad financiera.

Esto es un fraude. Nunca tu banco te solicitará información personales, ni contraseñas desde un correo electrónico o llamada telefónica.

Por lo tanto, si necesitas confirmar la información o quieres comprobar la autenticidad de la solicitud, sólo dirígete directamente al sitio Web oficial de la entidad financiera.

Un consejo que vale la pena recordar es que las contraseñas debes ser únicas y privadas. Sólo tu debes conocerlas.

En conclusión, nunca envíes por correo electrónico tus claves y números PIN. Tampoco los compartas con nadie, aunque te los pidan.

Nunca aceptes brindar información personal, a cambio de promociones, ofertas u obsequios. En estos casos, la recomendación de la CONDUSEF es que rechaces las ofertas y elimines el correo.

Las entidades financieras legítimas nunca te solicitarán datos personales a cambios de promociones, descuentos u ofertas.

Muchas veces, necesitamos comprobar el estado de nuestras cuentas o verificar el dinero que tenemos guardado en lugares en los que no contamos con redes seguras.

Por ejemplo, cuando salimos de viaje o tenemos una urgencia, podemos llegar a utilizar redes WiFi de acceso público para resolver estas operaciones de forma urgente.

No obstante, las redes de acceso públicas pueden llegar a ser una forma utilizada para el robo de identidad. Por lo tanto, te aconsejamos no usarlas para realizar operaciones bancarias o compras en línea. Tu información se puede guardar allí usando malware.

Las compras en línea con otra forma de acceder a tu información personal.

En consecuencia, asegúrate de que el sitio Web que estas visitando sea completamente seguro y confiable.

Los vendedores deben proporcionar su identidad, nombre legal, política de ventas y privacidad, así como datos sobre su ubicación física.