Las enseñanzas financieras van más allá de transmitir conocimiento. Están relacionadas con aquello que funcionó en nuestro pasado, con la motivación de ponerlas en práctica para conseguir lo que queremos, disfrutar de nuestros éxitos y, en conclusión, ser feliz.

¿Qué te gustaría transmitirle a tus hijos en relación al mundo de las finanzas? La educación financiera puede darnos mucho contenido para trabajar con ellos, pero, también existen experiencias que hemos desarrollado a través de los años y que seguro querrás hablarlo con ellos.

Por ejemplo, ¿qué te ha hecho feliz de conseguir en la vida? ¿Porqué necesita acumular dinero y cuál es la clave del éxito? ¿Qué hacer con las situaciones imprevistas? ¿Qué podemos decirles sobre las inversiones? ¿Qué merece la pena tanto trabajo?

Estas son algunas simples preguntas que van más allá de cuestiones de información para transmitir, estamos hablando del verdadero significado detrás del cuál hacemos las cosas. Nuestros propósitos en la vida, por los cuales trabajamos, ahorramos, invertimos y aprendemos a administrar nuestro dinero.

A continuación, te ofrecemos un listado de temas o “lecciones” que puedes hablar con tus niños. Estas son sólo ideas que pueden hacerte pensar en tus propias experiencias y en desarrollar tus propias conclusiones.

Piénsalas y compártelas con tus seres queridos.

Esta es una frase muy común, que suele escucharse con frecuencia. No obstante debemos aclarar que no creemos que el dinero no sea necesario o, que en muchos casos, no sea aquello que debemos conseguir para alcanzar ciertas metas que nos darán lo que deseamos.

Lo que queremos transmitir con esta frase es que hacer dinero y más dinero sin ningún motivo, razón u objetivo, no nos hará más felices. El dinero debe ser un medio para conseguir un fin. Esa es la lección de la que hablamos.

Por otro lado, tampoco nos hará más felices comprar productos o servicios por comprar. Eso es lo que llamamos “consumismo”, que significa que adquirimos productos sólo por tener, sin que ellos nos sean útiles, necesarios o nos haga sentir satisfechos .

Algunas personas lo llaman “estrés financiero”. Esto está relacionado tanto con los problemas económicos, así como también, con la necesidad de generar más y más dinero. Ambos comportamientos o situaciones, generan ansiedad y pueden tener un efecto muy negativo en nuestra salud física y mental.

Al hablar de esto, es necesario separar algunas cuestiones. Esta enseñanaza financiera tiene muchas aristas que podemos trabajar de forma diferenciada:

La tercera de nuestras enseñanzas financieras está relaciona con el ahorro. El ahorro es la base de las finanzas personales. Aprender a ahorrar, es aprender a administrar el dinero, llevar el registro de nuestros gastos, conseguir ajustarnos a un presupuesto y ¡más!

Por lo tanto, ahorrar es el pilar fundamental y es lo primero que debemos enseñarle a nuestros hijos.

Por otro lado, vivimos en una sociedad de alto consumo. Esto hará que nuestros hijos tiendan a querer comprar más de lo que ahorran. Nuestro trabajo es poder transmitirles que debemos ahorrar para consumir. Esto hará que no lleguen a endeudarse en el futuro.

Además, es bueno que les enseñemos a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Esas que no vienen dentro de una caja. Si logramos hacer que adquieran el gusto por lo simple, los ayudaremos a no tener tantas necesidades adicionales que satisfacer.

Por otro lado, también evitaremos conductas impulsivas en las que creemos que necesitamos algo y simplemente estamos comprando por consumir.

Esta es una gran enseñanza financiera que nos hace pensar cuáles son los motivos por los que trabajamos ¿Es para poder cubrir nuestras necesidades básicas? ¿es para darle mayor confort a nuestra familia? ¿Es para crecer como profesional?

Saber para qué trabajamos y qué queremos obtener con el dinero nos ayudará a disfrutar de lo que consigamos. De esta forma, así como es muy importante saber ahorrar, acumular y trabajar para conseguir dinero, también es muy importante, saberlo gastar.

El dinero también está para disfrutarlo. Podemos darnos cuenta de que las vacaciones son necesarias, cuando estamos cansados o no tenemos las mismas ganas de trabajar que todos los días.

También, podemos identificar cuando nuestro cuerpo necesita descansar y “no hacer nada”. Así cómo también, existen días es que debemos apagar los teléfonos celulares y disfrutar de la calma y la tranquilidad.

Trabajar para vivir, significa poder utilizar el dinero que ganas para viajar, para salir a comer con amigos, para irte de vacaciones con tu familia. Además, te darás cuenta que renovará tus ganas por seguir adelante, mejorará tu creatividad y tus ideas de futuro.

La quinta de nuestras enseñanzas financieras, es un poco más específica. Esta lección está relacionada con explorar diferentes fuentes de trabajos. Desde la realización de un emprendimiento, hasta el trabajo por cuenta ajena. Todas son diferentes fuentes de ingresos que, al permitirnos diversificar, ganamos en seguridad y protección.

Además, esta lección nos ayudará a estar abiertos a nuevas ideas, proyectos e inversiones.

Todos tenemos sueños que queremos alcanzar, pero no todos hemos tenido la motivación o la disciplina para alcanzarlos. Es muy importante que les transmitamos a nuestros hijos la confianza de que el futuro que deseamos en posible. No importa el contexto económico ni social que nos toque vivir.

Es verdad, quizás tener una economía estable, con facilidades para los empresarios, buenas condiciones para los trabajadores y posibilidades de inversión, sea el contexto ideal. Pero, no sabemos que futuro económico deberán sobrellevar. Por lo tanto, debemos transmitirle que, no siempre tendremos “viento en popa”.

Lo importante, es no perder el rumbo al que nos lleva nuestro corazón y utilizar nuestra razón para saber sobrellevar con éxito las dificultades que encontremos.

Cuando hablamos de tomar decisiones financieras para ser feliz, nos referimos a conseguir ser aquello que deseamos ser, compartirlo con quieren queramos y conseguir aquello que deseamos para seguir siendo felices.

La felicidad la debemos buscar aquí y ahora, con ese sentimiento es que debemos construir lo que somos, lo que queremos ser y lo que queremos obtener. No es una meta, es un camino.

Las decisiones que tomemos relacionadas al dinero, deben ir en esta dirección. Por ejemplo, tienes dinero para compra un coche pero te gustaría emprender un negocio que te permita ser más independiente y, por lo tanto, más feliz. Esta en ti saber utilizarlo, para tener un mejor futuro.

Como dijimos anteriormente, el ahorro es la base de las finanzas personales. Por lo tanto, la octava de las enseñanza financiera está relacionada con alentar a tus hijos a ahorrar para comprarse lo que deseen.

Esto no significa que no les compraremos nada más o que no recibirán un regalo de vez en cuando. Esta es una lección para poner en práctica y que les servirá para el resto de vida. Además, se darán cuenta del valor de las cosas, al conseguirlas con esfuerzo, las valorarán más. Así como también, valorarán más el dinero que consigan.

Las situaciones imprevistas nos suceden a todos. En este mundo cambiante, el futuro es incierto y debemos estar preparados para ello.

Por lo tanto, debemos enseñar a nuestro hijos a resolver situaciones nuevas, a adaptare a los cambios y poder responder con tranquilidad a lo que puede acontecer. Después de todo la vida nos da sorpresas, ¿no es así?

Esta enseñanza financiera está relacionada con enfrentarse al fracaso, a los desaires, a las dificultades y poder salir a flote con actuando con rapidez, confianza, motivación y amor.

Como dijimos anteriormente, no podemos enfermarnos ni estresarnos por el dinero. Tampoco podemos sufrir de una crisis nerviosa, colapsar o padecer si un negocio no funcionó, una inversión no dio sus frutos o perdimos dinero al tomar una mala decisión.

Otra de las enseñanzas financieras que quizás quieras transmitir a tus hijos, está relacionada con las inversiones. Es muy importante que puedas ayudarlo a dar sus primeros pasos.

Aunque quizás, lo esencial es que le des herramientas para que llegue a hacerlo con confianza y tiendo en claro algunas ideas. Entre ellas, será bueno que siempre tenga en mente, cuánto dinero gasta en relación a lo que gana, cuánto dinero ahorra y cuánto de ese ahorro puede destinar a la inversión.

Además, es importante que logre establecer su perfil de inversión En otras palabras, deberá poder contestar la siguiente pregunta: ¿Cuál es el riesgo que puedes asumir? De esta forma, será necesario que piense si puede ser un inversionista conservador, moderado o arriesgado.

También, puedes ayudarlo a pensar el tiempo que dispone para dejar su dinero invertido. Esto es muy importante para establecer qué tipo de rendimiento espera conseguir.