Pedir un préstamo es una decisión financiera importante. Por eso, elaboramos un guía completa para hacerlo de manera responsable.

Cumple con estos 10 pasos y lograrás obtener tu crédito, sin preocupaciones.

Evalúa tus necesidades, investiga, conoce tasas de interés y comisiones ¡Infórmate sobre todo lo que necesitas saber antes de solicitar tu crédito!

Te brindamos una guía completa para checar a la hora de solicitar un crédito.

Estos 10 puntos te permitirán acceder al importe que necesitas, sin afectar tu situación financiera.

¡Sigue leyendo y cúmplelos para mantener tu salud financiera!

Antes de pedir un préstamo, es muy importante establecer el importe de dinero que necesitas. Para eso, considera un importe realista, que puedas devolver en un tiempo prudencial y no comprometa de forma total, tus ingresos.

Además, ten bien en claro para qué lo utilizarás. Puede ser para pagar una deuda, comprar un coche o pagar el anticipo de tu casa.

Tu segundo paso es conocer tu historial de crédito. En México, existen burós de crédito como Buró de Crédito y Círculo de Crédito que mantienen registros de tu historial crediticio.

Puedes pedir un reporte de tu historial crediticio. De esta forma, conocerás la información que manejan las instituciones financieras y tener información para negociar tu contrato. Cuanto mejor sea tu comportamiento de pago, mejor podrá ser la tasa de interés del crédito solicitado.

En México, existen cientos de proveedores de crédito que pueden ayudarte a conseguir el dinero que necesitas.

No obstante, hay marcadas diferencias entre unos y otros. Por eso, tómate un tiempo para investigar las principales características de cada uno. Puedes verificar: importes máximos y mínimos, plazos de devolución, comisiones, tasas de interés, entre otros.

Otro punto importante al pedir un préstamo, es conocer qué importe podrás pagar mensualmente sin comprometer tu presupuesto.

Por lo tanto, calcula la cantidad de dinero que puedes destinar al pago de un crédito. Además, considera aumentos, comisiones, otras deudas pendientes, etc.

Algo muy común al pedir un préstamo, es solicitar más de lo necesario.

Esta práctica no es muy responsable y puede complicar tu estabilidad financiera. Por lo tanto, recuerda tu objetivo financiero y solicita sólo lo necesario para cumplirlo.

Como mencionamos anteriormente, los productos financieros en el mercado pueden ser muy diferentes.

Por lo tanto, asegúrate de conocer a fondo las condiciones de tu préstamo. Principalmente, el tipo de tasa de interés (variable o fija), porcentaje mínimo y máximo, las comisiones, etc.

Un dato muy interesante a tener en cuenta es el Costo Anual Total (CAT) del préstamo. Esta cifra incorpora todos los costos de tu crédito en un año. Además, puede servirte para comparar entre diferentes productos financieros y distintas entidades de crédito.

Luego de pedir tu préstamo, la entidad financiera te solicitará la documentación que acredite tu identidad y verifique la información brindada en tu solicitud.

Por eso, te recomendamos preparar los siguientes documentos: cédula de identidad, comprobante de domicilio y comprobante de ingresos.

Si cumpliste con todos los pasos anteriores, ya estás listo para solicitar tu crédito. Las acciones anteriores te aseguran que sabes cuánto dinero pedirás, que tienes el dinero para sus pagos mensuales y conoces la entidad financiera proveedora de tu crédito.

Por lo tanto, ingresa al portal Web de la empresa o concurre presencialmente para completar tu solicitud de crédito.

A continuación, tu trabajo será leer la copia del contrato que envíe te prestamista.

Principalmente, controla tasas de interés, plazos de devolución y el importe total a depositar en tu cuenta. Además, verifica que tus datos sean correctos, antes de firmar.

Para finalizar, es muy importante que cumplas con los pagos periódicos de tu préstamo. Estos debes ser realizados en tiempo y forma.

En el caso de tener un inconveniente, siempre es mejor comunicárselo a la empresa prestamista. De esta forma, puedes extender el plazo o solicitar un nuevo plan de pago, en caso de poder asumir el resto de la deuda.