Los gastos imprevistos pueden hacer tambalear tu economía de un día para el otro. Un problema de salud, un cambio en nuestros ingresos, un evento que queremos festejar son algunas de las situaciones que pueden llevarnos a una crisis financiera.

Los gastos imprevistos son todos aquellas situaciones que requieren de un importe de dinero extra que no teníamos contemplado o no estaba dentro de nuestro presupuesto mensual.

Estas son circunstancias excepcionales que llegan a nuestra vida de forma inesperada. De esta forma, ¿qué podemos hacer para prevenirlos ni nunc sabemos que es lo que puede suceder?

Tal vez no podamos controlar todo lo que ocurre al nuestro alrededor, ni tenemos la bola mágica para saber qué es lo que nos depara el futuro, pero sí podemos considerar su existencia y tener un plan para contenerlos, en el caso de que ocurran.

Es por esto que, a continuación te ofrecemos una serie de herramientas que puedes utilizar para este tipo de circunstancia. Además, te darán seguridad y te mantendrán protegidos a ti y a tu familia en caso de que ocurra cualquier tipo de suceso inesperado que necesite de un dinero extra urgente.

Los gastos imprevistos están a la orden del día de todas y cada una de las personas, no importa la edad, el lugar en donde viva o su situación económica.

De esta forma, a todo nos puede ocurrir tener un problema de salud que afecte nuestro estado en general y no nos permite trabajar o nos mantenga con un estado de salud delicado por algunos meses. Los gastos en salud suelen ser muy altos y, es una de las principales razones por las cuales las personas se ven abrumadas económicamente.

Otra de las situaciones que suelen ocurrir en las casas de familia, es la rotura o desperfecto de un electrodoméstico. Por ejemplo, la lavadora se rompe y debemos salir corriendo a comprar otra antes de que la cantidad de ropa sucia sea tanta que ya no haya lugar para habitar el hogar.

No obstante, los gastos inesperados también dependerán de alguno de nuestros bienes. Este es el caso de las personas que tiene autos y sea por accidente o por desgaste el coche sufre de un daño que debemos reparar.  De esta manera, si queremos seguir utilizándolo deberemos llevarlo a reparar para que siga en funcionamiento.

Si tienes mascotas, también deberás tener en cuenta que en muchos casos su salud puede ser complicada. También, puede ocurrir que queramos viajar u debamos dejar a nuestro pequeño amigo en alguna guardería. Todos son gastos que no están consideramos en la mayoría de los presupuesto familiares y que tendremos que cubrir llegado el momento.

Aquellas personas que tienen un fondo de emergencias podrán utilizarlo para hacerle frente a las situaciones imprevistas que necesitan de un dinero extra.

Pero, muchas otras todavía no saben de qué se trata esta “colchón de ahorros” ni cómo funciona.

¿De qué hablamos cuando decimos de hacerle frente a gastos imprevistos con un fondo de emergencia? Principalmente, hablamos  de un ahorro de 3 a 6 meses del total de nuestros gastos en un mes. Este importe de dinero deberá ser ahorrado y guardado en un lugar de fácil acceso, en caso de necesitarlo de forma inmediata.

El fondo de emergencia o colchón de ahorro debe ser uno de nuestros primeros objetivos de ahorro, ya que nos permitirá manejarnos con tranquilidad en caso de necesitar dinero urgente o tener un gasto inesperado.

El anticipo de nómina es una gran opción para las personas que trabajan por cuenta ajena y deben hacerle frente a un gasto inesperado. No obstante, muchas personas desconocen que existe esta posibilidad, por lo que buscan otras alternativas como créditos rápidos o préstamos.

El anticipo de nómina es una acuerdo financiero que se lleva cabo entre un empleado y un empleado. Generalmente, se utiliza en casos excepcionales y con motivo de un gastos inesperado que debe enfrentar el empleado de la compañía.

De esta forma, el empleado recibe la cantidad de dinero correspondiente al total de su salario (o una parte) para afrontar los gastos necesarios. Luego, el empleador descuenta el dinero el dinero adelantado de su próximo sueldo.

Una de las ventajas de solicitar un anticipo de nómina es que las condiciones suelen ser mejores (intereses y comisiones) que las de un crédito o préstamo personal. Por lo tanto, dispondrás de cierta flexibilidad para el reembolso del dinero, la devolución será fácil (el pago se deduce de tu próximo salario) y podrás obtenerlo de manera fácil y sin necesidad de papeleos.

En el caso de trabajar por cuenta propia, no podrás disponer de una anticipo de nómina. En su lugar, puedes optar por cobrar facturas pendientes de pago. Para ello, te recomendamos que realices un trabajo sistemático con cada uno de tus clientes con facturas pendientes de pago. Esto significa que, deberás hablar con cada uno de ellos, insistir, hacer llamadas y dejar mensajes.

Además, dado que la necesidad de responder a un gasto inesperado generalmente es de forma urgente, deberás asegurarte de dejar pautada una fecha para el cobro de las mismas.

El factoring también es una opción para conseguir financiamiento a corto plazo sobre las facturas pendientes de cobro. Este mecanismo funciona a través de una entidad financiera, que se ocupará de adelantarnos el dinero de los cobros pendientes de nuestro negocio.

Los créditos o préstamos rápidos son una gran opción para obtener dinero que te permita cubrir los gastos inesperados o los derivados de un suceso imprevisto.

Existen muchas entidades financieras en las que podrás solicitar un importe de dinero a devolver en un mediano/ corto plazo, sin la necesidad de grandes papeleo o innumerables requerimientos.

El proceso de solicitud de los créditos rápidos es 100% online. Por lo tanto, sólo necesitarás realizar unos pocos pasos para obtener el dinero que necesitas.

Luego, deberás analizar las condiciones del préstamo (intereses, comisiones, plazos de devolución, CAT, etc) para no caer en contratos leoninos con altas tasas de intereses y altos costos.

Otra de las formas de hacerle frente a gastos imprevistos es recurrir a nuestras tarjetas de crédito. Esta es, quizás, una de las peores opciones, ya que los intereses de las tarjetas de crédito suelen ser muy altos y las condiciones para su reembolso muy exigentes.

Ten en cuenta que, si no pagar el total de tus saldos mensuales, la entidad bancaria te cobrará intereses que harán crecer el importe total de manera exponencial.

Sin embargo, muchas veces esta es la única opción que tenemos y, por lo tanto, se convierte en la mejor. En estos casos, procura pagar mensualmente el total del saldo de tu plástico, así evitarás caer en sobreedeudamiento.

La mayoría de las personas prefiere no contemplar esta alternativa. Tal vez por malas experiencias o por tener que exponer su situación a personas cercanas a las que, luego, deban rendir cuentas del destino del dinero.

Sea cual sea la razón, recuerda que muchas veces es mejor pedir préstamo a un familiar que a un banco o entidad financiera. En primer lugar, porque los requisitos que exigen muchas entidades financieras no son fáciles de cumplir (ingresos constantes y comprobables, edad determinada, etc.).

Y luego, porque las condiciones en las que puedes conseguir un crédito de forma urgente no van a ser las mejores del mercado. Con esto nos referimos a que: los intereses pueden ser altos, los plazos de devolución muy largos y las comisiones más de las comunes.

Todos llevamos un conjunto de gastos prescindibles en nuestro presupuesto destinado al consumo de productos y servicios que no son necesarios para nuestra vida. Por lo menos, no para sobrevivir.

Esto significa que, si necesitamos un dinero extra durante unos meses, podemos recurrir a hacer un recorte de nuestro presupuesto y eliminar parcial o totalmente nuestros gastos innecesarios.

Estos gastos son los que realizamos al salir a comer con amigos, comprar ropa, cambiar nuestros electrónicos, pagar servicios de suscripción online, etc.

De esta manera, si realmente tenemos una emergencia o gastos imprevistos para cubrir, podemos rever nuestros gastos y dejar el dinero mensual únicamente para cubrir los gastos necesarios que son imprescindibles para mantener nuestros hogar.

Estos gastos imprescindibles son: el pago de servicios (luz, gas, agua, etc.), las compras de alimentos en el supermercado, gastos de movilidad, pago del colegio de los niños, etc.

También, puedes optar por aplazar los pagos de tus tarjetas de crédito o de otros compromisos financieros (por ejemplo una hipoteca).

En estos casos, deberás consultar con la entidad emisora del crédito cuáles son las condiciones que debes cumplir para no caer en mora de tus créditos y terminar pagando intereses moratorios o penalizaciones por el impago.

En muchos casos, las entidades bancarias consideran un plazo de tres meses como el tiempo en el que se comienza a computar el impago de una deuda y comienzan las penalizaciones.