Todas las decisiones que tomas relacionadas a tu economía, pueden mejorar o perjudicar tu salud financiera ¿Te haz preguntado alguna vez porqué eliges realizar ciertas acciones y otras no? ¿Quieres conocer cuáles son las reglas de oro para cultivar una buena salud financiera?

En esta publicación, te contamos los principales hábitos personales que harán de ti una persona responsable, criteriosa y eficiente en la resolución de tus finanzas personales.

Además, la repetición de las actividades que te propondremos te permitirán construir el camino para alcanzar tus metas financieras. Estos son los 8 hábitos que deberás trabajar para alcanzar todos bus objetivos económicos.

A continuación, te detallamos las principales actividades que deberás incorporar relacionadas con tu salud financiera. Por supuesto, es posible que no tengas incorporados todos estos hábito ¡No te preocupes! El hábito se construye con la práctica, por lo que podrás comenzar a modificar tus actividades poco a poco.

Un práctica importante para llevar a cabo diariamente es conocer cuáles son tus hábitos de consumo. ¿Sabes cuánto dinero necesitas para mantener tu estilo de vida durante un mes? Si no lo sabes, o nunca te has puesto a pensar en ello, deberás comenzar a llevar un control de todos los gastos que tienes en un mes.

Puedes establecer dos tipos de gastos: los imprescindibles y los prescindibles. Los gastos imprescindibles están relacionados a aquellos necesarios para tu subsistencia. Por lo tanto, deberás incluir en estos gastos el pago del recibo de gas, luz, alquiler, teléfono, las compras en el supermercado, el pago de servicios (como luz, gas, agua, Internet, etc.). También, tendrás que incluir los gastos de tu coche, el combustible, el pago del seguro y todos los gastos relacionados, como por ejemplo reparaciones.

Además, deberás conocer a fondo tus gastos prescindibles o innecesario. ¿Qué son exactamente?  Estos son los gastos que solemos hacer al salir a comer, pasear, comprar por gusto o salir a divertirnos.

Este grupo  de gastos incluyen todas las actividades de ocio y diversión. Por lo tanto, deberás incluir: entradas para cine o teatro, salidas a cenar, regalos para ti o tus seres queridos, objetos que desees o cualquier cosa que no sea necesario para vivir.

Conocer nuestros hábitos de consumo nos permitirá establecer nuevos (si es que no son correctos) o mantenerlos y mejorarlos (si ya los hemos alcanzado).

Existen mucha información que podemos obtener si armamos un presupuesto con los ingresos y los gastos que realizamos en un mes.

Por esta razón, un segundo hábito a construir es el de crear un presupuesto de tus gastos mensuales. Esto te ayudará establecer metas, reconocer gastos innecesarios,  hacer recortes en ciertas áreas y determinar si tienes un margen para el ahorro.

Esto es imprescindible para tener el control de tu dinero y lograr una buena salud financiera. Además, te permitirá analizar la cantidad de dinero disponible con el que cuentas para el ahorro y para el pago de tus deudas.

Todas estas metas podremos definirlas una vez que tengamos conocimiento de nuestra economía personal. Por lo tanto, te alentamos a poner todos los números sobre la mesa (o sobre un archivo Excel) y empezar a ser conciente de tus finanzas de manera real.

Todos llevamos una tarjeta de crédito encima, por lo tanto, todos hemos asumido la responsabilidad de pagar por un dinero que nos han adelantando para gastar.

De esta forma, es muy importante, que pagues responsablemente mes a mes tus saldos. Además, te aconsejamos que intentes pagar más del mínimo del total y, si es posible, paga el total. Este es el mejor hábito que puedes adquirir.

Otra forma de no gastar demás y contraer deudas, es habituarse a utilizar el dinero de tu tarjeta de débito y no utilizar la de crédito. Por lo tanto, tendrás un tope que será siempre el de tus ingresos.

Una buena forma de sostener el ahorro es saber para qué lo estas ahorrando. ¿Cuál es el objetivo de ahorrar un poco todos los meses? ¿Tienes el sueño de una casa propia, quieres renovar tu coche? Saber en qué lo vas a gastar, hará más fácil que lo guardes y no lo gastes porque sí.

A algunas personas les gusta tener un ahorro “por las dudas”. Este ahorro es un “colchón de seguridad” que les permite quedarse tranquilos ante un gasto inesperado, una urgencia médica o cualquier otro imprevisto.

Este objetivo es muy válido. Además, puede transformarse con el tiempo en los ahorros que te permitan acceder a una vivienda propia, un coche nuevo o cualquier otro objetivo que tengas pensado.

El ahorro es un hábito muy saludable para tus finanzas personales. Por lo tanto, ponlo en práctica, comienza con tu fondo de emergencia o colchón de seguridad. Si lo consigue, podrás avanzar con otros objetivos.

La información acerca de la mejor forma de llevar las finanzas personales está al alcance de tu mano. Existe mucha información que podrás encontrar en Sitios Webs o páginas especializadas. También, puedes leer libros y conocer mucho más sobre los principales criterios a tener en cuenta para mejorar tu salud financiera.

De esta forma, te recomendamos que leas sobre cómo funcionan los productos financieros (tarjetas de crédito, préstamos, créditos hipotecarios, etc.), que conozcas sobre sus entidades emisoras, formas de inversión y estrategias de ahorros. Todo eso te servirá para crear un hábito de lectura y aprendizaje constante sobre temas de salud financiera.

Sólo una vez que tengas las herramientas para entender, podrás dar algunos pasos más en tus finanzas. Luego, será la experiencia la que te dé la información que necesites.

La educación te ayudará a manejarte en el mundo de las finanzas y a conseguir todos los objetivos que quieras obtener.

Todos los productos financieros tienen un costo que deberemos abonar a la entidad emisora de los mismos. Tanto sea una tarjeta de crédito, un préstamo o cualquier tipo de financiamiento supondrá una serie de gastos que deberemos afrontar junto con el reembolso del dinero solicitado.

Una de las prácticas más saludables que podemos incorporar es analizar los costos de cada uno de ellos. De esta forma, te recomendamos que te acostumbres a estudiar:

No obstante, muchos de estos costos pueden estar bonificados y eso es algo que puede beneficiarte ampliamente. Por ejemplo, puedes conseguir la reducción de estas comisiones (o su exención total) en las tarjetas de crédito sólo releyendo el contrato con las condiciones para el alta del producto.

En ellos, seguramente figure las condiciones para conseguirlo, como: domiciliar tu nómina en una cuenta de la entidad bancaria, tener cierta cantidad de adeudos domiciliados, hacer una cierta cantidad de compras de manera mensual con el producto financiero.

Otra forma, es revisar las promociones y beneficios que ofrece el banco y detectar nuevas oportunidades con mejores ventajas y beneficios.

Tener la costumbre de revisar los contratos y conocer los costos de los productos financieros que utilizamos puede ayudarnos a reducir gastos. Además, puede darnos la oportunidad de conseguir grandes beneficios.